10/9/06

En 10 años, tendremos células que produzcan insulina


Bernat Soria es uno de los científicos más reputados de nuestro país y todo un pionero trabajando con células madre. Después de años deambulando por laboratorios de todo el mundo se ha establecido en Sevilla donde dirige el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER). Desde allí Soria sigue persiguiendo un objetivo que lleva años obsesionándole: mejorar la calidad de vida y la situación de las personas diabéticas. Asegura que cada vez está más cerca de conseguirlo. A su juicio, en un plazo que oscila entre los cinco y diez años será posible crear insulina a partir de células madre.
Lo que más destaca de su labor es su compromiso con los diabéticos y su cruzada para conseguir una terapia que les devuelva la capacidad de metabolizar la glucosa y que incluso los libere para siempre de las inyecciones de insulina. Un objetivo que espera conseguir en un plazo «medio» como asegura el propio Soria: «No creo que sea arriesgado predecir que en un periodo de cinco a diez años aspiramos a tener células humanas de origen embrionario capaces de producir insulina». Según argumenta Soria, todavía hay que esperar «porque los experimentos con células humanas son mucho más complejos que los que todavía estamos haciendo con ratones».

Gracias a la investigación con células madre se están logrando avances significativos también en la lucha contra el cáncer y enfermedades degenerativas. Bernat Soria afirma que el «espectacular progreso» y los numerosos avances que se están generando en el campo tienen que ver con la utilización de embriones.

Reticencia moral

Precisamente esta misma semana la Unión Europea decidió seguir financiando con fondos comunitarios la investigación con este tipo de células a pesar del veto de numerosos países miembros. Bernat Soria sufre sensaciones encontradas cuando habla de este acuerdo: «Es una lástima que se haya alcanzado solo un acuerdo de mínimos para tener contenta a la mayoría, pero la política es así».

Numerosos países y sectores de la población son reticentes al trabajo con células madre procedentes de embriones por las dudas morales y éticas que plantea. Soria argumenta que «es difícil establecer las rayas rojas que delimiten estos trabajos, pero hay que tener en cuenta que nos enfrentamos a una percepción moral, no penal, ni legal, por lo que podemos seguir investigando».

Para el investigador, la sociedad es «mucho más tolerante y abierta que su clase política». «En España un 90% de la población está a favor de que investiguemos con células madre embrionarias porque quieren que encontremos cura a enfermedades que ahora no tienen solución», argumenta.


Saludos Cordiales
Dr. José Manuel Ferrer Guerra

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