3/8/08

Jugos artificiales, diabetes y obesidad

Los jugos artificiales tienen el mismo riesgo de causar diabetes y obesidad que otros refrescos, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Boston, publicado en "Archives of Internal Medicine".

Según señalan los responsables del trabajo, la población debería ser consciente de que los jugos artificiales no son una alternativa sana al resto de refrescos respecto al riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Los resultados del estudio, realizado sobre una muestra de 44.000 mujeres afroamericanas, revelan que aquellas que bebían más de dos refrescos al día tenían un 24% más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 que aquellas que bebían menos de esa cantidad. Además, las mujeres que tomaban más de dos jugos tenían un 31% más riesgo, en comparación con las que consumían menos de una de estas bebidas al mes.

Los autores explicaron que, a pesar de que algunos jugos de naranja y uva también contienen azúcar natural, puede que tengan un efecto metabólico distinto o es más probable que sean consumidos como parte de la comida. Además, señalan que los refrescos y los jugos artificiales se toman habitualmente entre comidas y pueden llevar a consumirse con algún alimento.

Jugo de frutas frente a la arterioesclerosis

Un estudio francés realizado con hámsters indica que los zumos parecen tener más poder frente al desarrollo de la enfermedad que las propias frutas
Uvas, manzanas y el jugo que se obtiene de estas dos frutas podrían prevenir el desarrollo de arterioesclerosis, algo que se ha observado en hámsters que consumían una dieta rica en grasas y colesterol, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Montpellier (Francia) publicado en "Molecular Nutrition and Food Research".

Según mostraba el equipo del Dr. Kelly Decorde, los jugos de frutas tienen más poder contra los efectos de la arterioesclerosis que las propias frutas. Su trabajo ha demostrado también, por primera vez, que la fruta procesada proporciona un mayor beneficio para la salud.

La mayoría de la fruta que la gente consume está procesada previamente, según los investigadores. Sin embargo, la información sobre la composición nutricional de estos alimentos se limita a aquella que consumimos en su estado natural.

Para investigar cómo convertir esta fruta en zumo puede afectar a su contenido fenólico, integrado por los potentes antioxidantes que contiene la fruta, alimentaron a un grupo de hámsters con uvas, zumo de uva, manzanas, zumo de manzanas o agua, junto con una dieta que facilitaba la aparición de arterioesclerosis. Un grupo control formado también por estos animales ingirió comida normal.

La cantidad de fruta que los hámsters consumieron fue equivalente a tres manzanas o tres racimos de uvas diarios en los humanos. Los hámsters que consumieron zumo bebieron el equivalente en seres humanos a cuatro vasos diarios para una persona que pesara 70 kilos. Las manzanas y uvas tenían un contenido de fenol similar, mientras que el zumo de uva morada tenía 2,5 veces más fenol que el de manzana.

En comparación con los animales que recibieron agua, aquellos que comieron fruta o bebieron zumo presentaron niveles más bajos de colesterol, menos estrés oxidativo y menos acumulación de grasa en la aorta. El zumo de uva morada logró los efectos más potentes, seguido por la uva morada, el zumo de manzana y las propias manzanas.

Los investigadores consideran que las cantidades de fenol contenidas en la comida tienen efectos directos de sus propiedades antioxidantes, según indicaron. Otros componentes antioxidantes de la fruta, como la vitamina C o carotenos, podrían contribuir al efecto.

Molecular Nutrition and Food Research

http://www.intramed.net/actualidad/not_1.asp?contenidoID=54727


Enviado por Dr. José Manuel Ferrer Guerra

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