30/4/10

Un control más estricto del azúcar en sangre podría no perjudicar a los diabéticos

Un nuevo análisis de un estudio revolucionario refuta la relación entre la terapia intensiva y un mayor riesgo de muerte

Por Serena Gordon
Reportera de Healthday

MIÉRCOLES, 28 de abril (HealthDay News/DrTango) -- El estudio Acción para controlar el riesgo cardiovascular en la diabetes (Action to Control Cardiovascular Risk in Diabetes, ACCORD) se interrumpió abruptamente en 2008 cuando los investigadores notaron un aumento en las muertes en el grupo de los diabéticos de tipo 2 que estaban siendo tratados intensivamente para reducir los niveles de azúcar en la sangre a niveles cercanos a los normales.

Ahora, un nuevo análisis de datos de ese estudio ha concluido que una reducción rápida de los niveles de glucosa no fue la causa del aumento en el riesgo de mortalidad.

Sin embargo, aunque los investigadores lograron excluir la gestión intensiva de la diabetes de su lista de sospechosos, todavía no tienen claro qué factores podrían haber tenido que ver.

"La pregunta original que subyace al estudio fue si la reducción rápida de la glucosa en la sangre podría ser una explicación para los mayores índices de mortalidad", afirmó el Dr. Brian J. Druker, autor del estudio y profesor de medicina de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón en Portland.

"La respuesta fue que no. En el grupo que redujo rápidamente su A1C no se produjeron más muertes", señaló Riddle. De hecho, "fueron los que no lograron reducir su A1C los que presentaron más mortalidad".

La prueba de A1C puede calcular dos o tres meses de control de la glucemia. La Asociación Estadounidense de Diabetes recomienda que la mayoría de los pacientes de diabetes intentan mantener un A1C de 7 por ciento o menos, que implica una lectura promedio de glucemia de unos 154 miligramos por decilitro.

En el ensayo ACCORD; en donde participaron más de 10,000 pacientes de diabetes tipo 2, el grupo de gestión intensiva intentó alcanzar un nivel de A1C de menos de 6 por ciento, un nivel normal. La mayoría de las personas que tienen diabetes tipo 2 tienen niveles significativamente superiores de A1C, según la información de fondo del estudio.

La razón por la que reducir la A1C es importante es que otros estudios han mostrado que por cada aumento de 1 por ciento en los niveles de A1C, hay un riesgo entre 15 y 20 por ciento superior de enfermedad cardiovascular. Además, con el aumento de los niveles de A1C, aumentan también los riesgos de enfermedad renal, enfermedad ocular y daño nervioso.

Para alcanzar niveles de A1C de menos de seis por ciento, la mayoría de los pacientes de diabetes tipo 2 necesitarían una combinación de medicamentos y cambios agresivos en el estilo de vida, como perder peso y hacer ejercicio con mucha más frecuencia.

Inicialmente, el estudio ACCORD debía durar casi seis años, pero se suspendió en el tercer año cuando los investigadores descubrieron un aumento en el índice de mortalidad. En ese momento, hubo 257 muertes en el grupo de control intensivo, frente a 203 muertes en el grupo del tratamiento usual.

Cuando Riddle y sus colegas volvieron a examinar los datos, hallaron que la gente del grupo de tratamiento intensivo que de todos modos tuvieron A1C superiores, estaban en mayor riesgo de mortalidad.

Los resultados del estudio aparecen en la edición de mayo de Diabetes Care.

"Necesitamos saber qué pasó entre los que no pudieron reducir los niveles de glucosa que los puso en mayor riesgo. Necesitamos hallar señales de advertencia más específicas para que los médicos las examinen", aseguró Riddle.

Agregó que aunque la mayoría de las personas quisieran un conjunto estándar de metas y consejos para cualquiera que tenga diabetes tipo 2, "no hay un método universal. Hay tratamientos diferentes para grupos diferentes y necesitamos una asignación más sofisticada para subgrupos de tratamiento".

"Me parece que lo que este artículo revela es que simplemente ni la reducción de la A1C ni el mejor de control la glucosa explican los mayores índices de mortalidad. Lo que tranquiliza bastante. Muestra que mucha gente puede alcanzar un buen control de la glucosa", explicó el Dr. David Kendall, director médico y científico de la Asociación Estadounidense de Diabetes.

"Parece que los que siguen valorando los medicamentos y otros cambios sin éxito están en mayor riesgo. Su diabetes podría constituir un reto mayor de alguna manera o podría haber otras barreras que aún no conocemos", aseguró Kendall.

El punto, según Kendall es que no hay razón para cambiar las recomendaciones objetivo para el control de la glucosa para la mayoría de las personas.

Riddle aseguró que los médicos podrían tener que sospechar acerca de un mayor riesgo de problemas potenciales para los que no presentan mejoras significativas en el control de la diabetes luego de seis meses o así con tratamiento agresivo, y que los investigadores continuarían tratando de dilucidar qué factores contribuyeron más al aumento en el riesgo de muerte.

Entretanto, Riddle señaló que "el tratamiento precoz de la diabetes tipo 2, cuando es más fácil llegar a obtener un buen control de la glucosa, deberían tener alta prioridad". Agregó que a mucha gente del ACCORD se le había diagnosticado diabetes años antes y ya estaban sufriendo complicaciones.

healthfinder.gov

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