28/6/13

Epidemia de Obesidad trae nueva forma de diabetes 28-06-13 *


Epidemia de Obesidad trae nueva forma de diabetes

Nuevas investigaciones demuestran que la actual epidemia de la obesidad determinada por médicos especialistas del Hospital Italiano en Buenos Aires, está comenzando a extenderse por efecto colateral del sobrepeso, y quiénes comienzan a padecerla experimentan los síntomas de la diabetes tipo III, por consecuencia de la clásica del tipo I y II atípica.

La enfermedad diabetes tipo I se desarrolla por agresión del sistema inmunológico contra las células beta productoras de la insulina cuando son destruídas en un 95% en el páncreas. La terapia en éste caso es agregar insulina complementando con una dieta hipocalórica reducida en hidratos de carbono. La diabetes del tipo II se produce cuándo las células grasas ( adipositos) liberan los ácidos grasos libres y glicerol por la cuál el hígado aumenta la producción de glucosa, y los ácidos grasos perturban la acción de la insulina (insulinoresistencia).

En éste caso la dieta hipocalórica sumada a la actividad física son importantes para su tratamiento, ayudado por antidiabéticos orales más insulina. De las últimas experiencias ya se puede hablar de una diabetes distinta de la clásica, aquella que combina el efecto autoinmune que destruye las células que producen la insulina, característico de la tipo I, o la del tipo II como resistente a la insulina, la hipertensión y trastornos lipídicos. El impacto que revela la del tipo III no es pequeño por sus antecedentes de afección son tan solo de la última década y el 7% que tenía el tipo I, ahora presentan el tipo II. Todavía no se conocen los mecanismos fisiopatológicos que llevan de una diabetes tipo I hacia el tipo II pero afecta en consecuencia aquellas personas que tienen una carga genética que las predispone hacia el tipo II en su edad etaria media de su vida, por un efecto autoinmune del tipo I con destrucción de sus células productoras de insulina. Más tarde el sobrepeso asociado a un estilo de vida sedentario hace que los pacientes desarrollen resistencia insulínica del tipo II por predisposición de sus genes.

Los que desarrollan el tipo II se observa presencia de anticuerpos con fenómeno autoinmune con la del tipo I. Obesidad y sobrepeso se caracterizan con el tipo II pero puede precipitar un desarrollo autoinmune como acelerador hacia el tipo I por estar predispuestos genéticamente contra las células productoras de la insulina Según estadísticas del Hospital de Niños de Pittsburgh en EE.UU, en su informe el 15% de los niños son obesos, el 25% padecen el tipo I, y también tienen el tipo II por causa del sobrepeso. Para ambos casos es importante normalizar el trastorno metabólico evitando una alimentación hipercalórica para luego poder seguir la evolución de la enfermedad y poder indicar cuál es el tratamiento adecuado a seguir.

La enfermedad diabetes tipo I se desarrolla por agresión del sistema inmunológico contra las células beta productoras de la insulina cuando son destruídas en un 95% en el páncreas. La terapia en éste caso es agregar insulina complementando con una dieta hipocalórica reducida en hidratos de carbono. La diabetes del tipo II se produce cuándo las células grasas ( adipositos) liberan los ácidos grasos libres y glicerol por la cuál el hígado aumenta la producción de glucosa, y los ácidos grasos perturban la acción de la insulina (insulinoresistencia). En éste caso la dieta hipocalórica sumada a la actividad física son importantes para su tratamiento, ayudado por antidiabéticos orales más insulina. De las últimas experiencias ya se puede hablar de una diabetes distinta de la clásica, aquella que combina el efecto autoinmune que destruye las células que producen la insulina, característico de la tipo I, o la del tipo II como resistente a la insulina, la hipertensión y trastornos lipídicos.

El impacto que revela la del tipo III no es pequeño por sus antecedentes de afección son tan solo de la última década y el 7% que tenía el tipo I, ahora presentan el tipo II. Todavía no se conocen los mecanismos fisiopatológicos que llevan de una diabetes tipo I hacia el tipo II pero afecta en consecuencia aquellas personas que tienen una carga genética que las predispone hacia el tipo II en su edad etaria media de su vida, por un efecto autoinmune del tipo I con destrucción de sus células productoras de insulina. Más tarde el sobrepeso asociado a un estilo de vida sedentario hace que los pacientes desarrollen resistencia insulínica del tipo II por predisposición de sus genes. Los que desarrollan el tipo II se observa presencia de anticuerpos con fenómeno autoinmune con la del tipo I.

Obesidad y sobrepeso se caracterizan con el tipo II pero puede precipitar un desarrollo autoinmune como acelerador hacia el tipo I por estar predispuestos genéticamente contra las células productoras de la insulina Según estadísticas del Hospital de Niños de Pittsburgh en EE.UU, en su informe el 15% de los niños son obesos, el 25% padecen el tipo I, y también tienen el tipo II por causa del sobrepeso. Para ambos casos es importante normalizar el trastorno metabólico evitando una alimentación hipercalórica para luego poder seguir la evolución de la enfermedad y poder indicar cuál es el tratamiento adecuado a seguir.

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