26/2/07

Controla la glucemia y evita complicaciones

Una combinación de fármacos retrasa la aparición de daños

Se ha demostrado que con un control estricto de la glucemia se puede reducir la aparición y progresión de la retinopatía diabética hasta en 80 por ciento, lo que evita llegar a un tratamiento oftalmológico con láser cuando el padecimiento se encuentra avanzado o, en el peor de los casos, ya se presenta ceguera.

Por primera vez en muchos años se cuenta con diferentes opciones de medicamentos para controlar la diabetes. Ahora, además, se tiene la opción de tratar al paciente desde un principio con combinaciones orales en dosis bajas, lo que asegura un mejor control del azúcar, explica el doctor Guillermo Fanghänel Salmón, jefe de la Unidad de Factores de Riesgo Cardiovascular del Hospital General de México.

De acuerdo con el especialista, el fármaco Glimetal, que combina glimepirida (sulfonilurea) y metformina (biguanida) y su presentación es en tabletas, consigue un descenso del 1.3 por ciento de la hemoglobina glucosilada en pacientes con diabetes tipo 2 descontrolada. Con esto se logra un mejor control metabólico en el tratamiento y mayor reserva en la secreción de insulina.

Por su fácil dosificación favorece el apego a la terapia, que, junto con una alimentación adecuada y actividad física, ayuda a retrasar la aparición de complicaciones y eleva la calidad de vida.

Para comprender el desarrollo de la retinopatía es necesario precisar que tiene dos tipos, una de las cuales es la no proliferativa: los vasos sanguíneos ubicados en la retina presentan cambios, algunos disminuyen de tamaño y otros se agrandan y forman sacos en forma de globos que obstruyen la circulación de la sangre.

Señal de peligro

A la retinopatía no proliferativa se le considera la etapa inicial de la retinopatía diabética. Es una señal de peligro, puede avanzar a etapas más graves y dañar la vista, aunque ésta no queda seriamente afectada y la condición no progresa en el 80% de los casos.

El otro tipo de retinopatía, la denominada proliferativa, comienza de la misma manera que la no proliferativa, pero además en ella se forman vasos sanguíneos en la superficie de la retina o el nervio óptico, de gran fragilidad, por lo que pueden desgarrarse y sangrar dentro del humor vítreo, la sustancia transparente y gelatinosa que llena el centro del globo ocular.

Si la sangre vuelve opaco el humor vítreo, generalmente transparente, se bloquea la luz que pasa a la retina y las imágenes se ven distorsionadas. El tejido fibroso que se forma a partir de la masa de los vasos sanguíneos rotos en el humor vítreo puede estirar y retraer la retina y desprenderla del fondo del ojo.

Los vasos sanguíneos también pueden formarse en el iris y elevar la presión ocular para ocasionar pérdida severa de la visión.

La retinopatía, por tanto, no es una complicación menor, sino un problema que puede tener consecuencias serias en la calidad de vida del paciente con diabetes en edad productiva.

Más información en la página www.todoendiabetes.org.

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